Hoy te voy a hablar acerca del Merecimiento y de la principal razón por la cual te está costando tanto recibir amor en tu vida.
Quiero comenzar con una breve definición de Merecimiento que tal vez ya la conoces por qué estás en mi comunidad seguramente me has oído decirlo antes pero quiero compartírtela de nuevo.
El Merecimiento es un músculo que podemos entrenar y que está formado por un conjunto de creencias o juicios acerca de lo que nosotros creemos y pensamos que debemos recibir de los demás y en esta vida. El punto es que ese conjunto de creencias se amalgaman entre sí unas a otras y se quedan alojadas en nuestra mente subconsciente y desde ese lugar de forma automática sin que podamos darnos cuenta nos condicionan en nuestra manera de relacionarnos con nosotros mismos y también por supuesto con los demás.
Si un conjunto de creencias potenciadoras se amalgaman en nuestra mente subconsciente nos llevarán a relacionarnos desde el YO MEREZCO y obviamente nos van a abrir infinitas posibilidades para que podamos recibir el amor de las personas con quienes nos vinculamos sea en nuestro ámbito de relación de trabajo, en las relaciones de amistad, familiares y por supuesto también a nivel de relación de pareja.
En cambio si nos relacionamos desde la creencia maestra o ese juicio primario YO NO MEREZCO sentiremos que:
- no merecemos que nos trate bien un hombre,
- no merecemos que ese hombre elija quedarse con nosotras,
- no merecemos conseguir ese ascenso profesional,
- no merecemos que nuestros hijos nos hablen con respeto,
- no merecemos que nuestros amigos realmente no anden hablando mal de nosotras por detrás o divulgando nuestras confidencias.
El origen de este problema está en esa desconexión de tu derecho merecer porque no estás abierta a recibir. El condicionamiento viene desde tu infancia, desde los primeros años de crianza de acuerdo a la experiencia de vida que te haya tocado transitar. Quiero darte ejemplos para que lo puedas comprender por qué te pasa de todo esto en tu vida.
El origen está en que hay un desbalance entre el dar y el recibir porque desde niños lo que nos enseñan es que tenemos que compartir la merienda cuándo vamos a ir a la escuela con nuestro compañero. Tenemos que donar ese juguete que ya no usamos más, tenemos que regalar la ropa que ya no nos queda, etcétera.
Siempre socio culturalmente nos mueven a que tenemos que ser generosos, que tenemos que dar lo cual es maravilloso el ser generosos y solidarios. El punto es que no nos enseñan es que si tú das algo también tienes derecho a recibir y recibir no quiere no quiere decir que tenga que hacerse una transacción económica.
Ejemplo: Si yo te doy un sándwich y a cambio recibo $2 dólares. No funciona de esta manera. Yo puedo comprarle a una amiga un bombón que sé que le gusta y mi amiga al recibirlo me da un fuerte abrazo y me dice lo mucho que me valora como amiga. Aquí ya está dado el balance entre lo que doy y lo que recibo. Reiteró que ese balance no implica una transacción económica.
Supongamos que es el cumpleaños de tu pareja. Y tú vas y le compras un pantalón de marca muy bonito y se lo das como regalo a tu pareja. Estás dando esa regalo como una expresión de felicitación por su cumpleaños y el amor que le tienes. Y a lo mejor en este momento tu pareja, por ejemplo ahora y todo esto de la pandemia no te puede sorprender mañana con llevarte a un lindo restaurante a cenar o pedir el delivery, tal vez porque los lugares están cerrados pero si puede llamarte por teléfono y sorprenderte cantándote al oído o tal vez publicar en una red social lo mucho que te ama.
Si no hay un balance en esa relación de dar y recibir algún hay un desequilibrio, hay una desconexión de tu derecho a merecer por qué tú no puedes estar al lado de un hombre que no te da nada. Tú no puedes estar en un trabajo en donde nunca te dan nada, nunca reconocen tu aporte a la empresa. Y tampoco puedes mantener relaciones de amistad y familiares saludables si solo das y no recibes.
Cuando una mujer es 100% dadora, en el fondo lo que está esperando es poder recibir amor. Lo que pasa es que no sabe cómo expresarlo porque no está abierta a recibir y para ello hay que cambiar ese sistema de creencias primarias que la acompañan desde la infancia amalgamadas en su mente subconsciente.
En el merecimiento tiene que haber un balance entre lo que doy y lo que recibo y esto no implica que tenga que ser tipo transacción económica. Tiene que ver con que lo que doy lo hago de corazón y con mi amor. Y lo que recibo del otro me lo da desde su corazón y con amor.
Si en tu caso eres una persona a la que le cuesta dar, y solo te enfocas en recibir, déjame decirte que también en ti está ese desbalance, no podrás tener relaciones sanas sino aprendes a dar y recibir de forma equilibrada.
El trabajo a realizar empieza en ti. ¿Cuánto te das a ti misma? ¿Qué recibes de ti misma?
Si no eres capaz de invertir tiempo, energía y dinero en ti: no vas a la peluquería, no te compras ropa, no te regalas un libro de crecimiento personal, no inviertes en un proceso de coaching para sanar tus relaciones, es porque no te sientes merecedora de invertir en ti. Y tú eres la personas más importante de tu vida.
Si lo que recibes de ti misma son quejas, excusas, críticas, te juzgas duramente y te autoexiges también es porque estás desconectada de tu merecimiento.
No busques afuera las respuestas que están en ti. El trabajo profundo comienza dentro de ti, ese balance entre el dar y el recibir primero debes lograrlo en tu relación contigo misma para luego poder relacionarte con los demás desde tu derecho a merecer.
Te invito a trabajar en la relación contigo misma. El origen del desbalance esta en ti y este es el mejor momento para que comiences a trabajar en tu Merecimiento. Si quieres que te acompañe en el proceso puedes solicitar tu Sesión de Valoración Gratuita para que te cuentes de que forma puedo ayudarte con mis servicios profesionales.
Con amor
Cynthia